Mi herramienta favorita

Me preguntan con frecuencia cuál es mi caballito de batalla (como decimos en Argentina).

Y te voy a contar cuál fue la primera que explotó mi cabeza, unos años atrás cuando tomé mi primera clase de barras, y cuál es ahora.

Bajar barreras” es la primera que voló mi cabeza. Cuando me hablaron de ella dije ¡guauuuuuuuu! Yo venía de un mundo donde continuamente te decían que tenías que protegerte, que allí afuera había algo maligno que te podía dañar… una energía psíquica negativa que te puede dañar.

Y estaba allí en esa clase y pregunté “¿y cómo tengo que protegerme?”

“Baja tus barreras y recibe”, me respondió la facilitadora.

“Pero cómo voy a recibir una energía negativa”, le dije.

“Es que la energía no es negativa ni positiva, es simplemente energía”, me respondió.

Y así es, en esa clase comprendí que es tú juicio sobre que algo es bueno o malo lo que hace que esa energía sea negativa o positiva. Y empecé a ser más consciente de bajar mis barreras, a mirar esas áreas de mi vida a donde las tenía bien altas o a media asta. Esta sencilla herramienta se volvió mi caballito de batalla.

Y hoy, la herramienta que más estoy usando… es una que se la olvidan seguido. ¿A quién pertenece esto?

Es que se siente tan real ese dolor, ese enojo, esa angustia, ese problema… que automáticamente voy a buscar por qué estoy eligiendo esto, y seguramente tengo una muy buena razón para justificar porqué siento esto. ¿Te pasa?

¿Qué tal si todo eso no es mío? ¿Qué tal si mi conciencia se expandió tanto que estoy percibiendo a otros? Quizás no solo percibo a personas alrededor mío, quizás están del otro lado del planeta.

Entonces, por cada emoción, sentimiento, sensación recuerda preguntar:

Verdad, ¿esto que estoy sintiendo o percibiendo es mío?

Y elije soltarlo.

P/D: Ya sabes, las herramientas funcionan si las usas.

By Fede


Federico Alassia