Al no ya lo tienes ¿Qué tal si te juegas por el sí?
¿Cómo te llevas con el no? Mmm, lo sé. Eres tan buena, tan bueno.
¿Cuánta energía usas en tu vida para demostrar lo buenå/o que sos?
¿Y, cuánta energía usas para evitar el juicio de lo que no queres que vean? Esas cositas que metemos bajo el tapete para que no las descubran.
¿Cuánta energía estás usando en contra tuyo, de tu cuerpo, de tus flujos de dinero para evitar que te juzguen?
Cuantas veces quieres decir no y dices si… por temor a que se enojen, a que no te elijan, a que no te quieran, a perder…
Te digo un secreto: Al no ya lo tenemos. ¿Qué tal si preguntas y obtienes un sí?
¿Qué es eso que estás mostrando al mundo, qué máscara estás usando? ¿Qué tal si empiezas a mostrarte entero? Qué tal si empiezas a decir no. Ey gracias, esto no funciona para mí.
Los demás nos manejan y controlan hasta que somos lo suficientemente inteligentes para ver al otro como es. ¿Cuántos de ustedes se permiten ser abusados hasta que se permiten reconocer la máscara del abusador?
Nadie te hace nada, tú lo permites. Tú le das el poder. Ellos solamente operan desde ese poder, operan a través del juicio diciéndote que la culpa es tuya, que tú estás mal, que tú estás equivocado. Tu eres el objetivo más conveniente, le cediste tu poder.
Cuando reconoces lo que la persona es y cómo funciona, deja de afectarte. Eres consciente de cómo opera y puedes elegir algo diferente. Tú recuperas tu poder.
By Fede