Tu boicotiador interno

Hace un tiempo, estaba dando una sesión y fue interesante escuchar a la consultante reconocer que ella misma, antes de iniciar un emprendimiento o proyectos automáticamente en su mente aparecían pensamientos del estilo “no vas a poder hacerlo”, o surgían todos los motivos, formas en las que iba a fracasar. Anticipadamente ella ya sabía lo que iba a pasar y el fracaso que iba a tener.

¿Les pasa? ¿Concluir que van a fracasar sin ni siquiera haberlo intentado?

Luego de este encuentro fui al diccionario a buscar la palabra auto boicot: consiste en ponerse trabas a uno mismo, creer firmemente que no seremos capaces de alcanzar nuestros deseos en cualquier aspecto de la vida, sea laboral, afectivo, académico o familiar.

¿Cuántos de ustedes se sintió afectado o tocado con esta definición?  Luego de leerla me dije creo que lo he hecho, lo estoy haciendo… y si sigo eligiéndolo, voy a seguir haciéndolo.

Seguro estás pensando ¿y cómo salgo de esto? El primer paso es reconocer que no hay nadie ahí afuera que te lo esté haciendo, vos solito te lo estás creando… Vos solito te estás creando ese problema.  

¿Cuánta fuerza psíquica estás usando para crear a tu boicotiador interno?  Ese que te dice: eres incorrecto, estás equivocado, tú no puedes hacerlo, no puedes, no puedes, no puedes.

¿Cuánto has concluido que eso va a pasar? ¿Es eso real? ¿Eso es estar en tu presente? O estás yendo a un futuro, a un futuro que quizás sea posible… No digo que no, pero cuánto estamos viendo un futuro y haciéndolo concreto, cuando en realidad no es real.

Lo único que es real es el presente. O sea, si no lo estás intentando, ¿cómo sabes que va a pasar?

¿Cuánto ya decidiste que te van a decir que no? Y si es un sí. Y cuánto te esfuerzas en que te salga mal para poder así demostrar que tenías razón, y decirles a esas personas que te decían tú puedes hacerlo, ’no ves que yo tenía razón, te dije que me iba a ir mal’.

Así que, si estás comprometida/o con fracasar, con que las cosas te salgan mal, con ponerte palos en la rueda de la bicicleta, lo quieres destruir y des-crear ahora por favor.

¿Cuánto te estás limitando a ti misma/o?

¿Cuánto te vas a tu cabecita y preguntas ¿qué más es posible?, y ya decidiste lo que es posible, ya pusiste un techo, ya pusiste un límite, una barrera, ya dijiste hasta acá. ¿Qué tal si expandimos la zona y nos abrimos a: ‘ah, mira, había algo más allá que creía que no era posible’?

Así que te dejo una tarea para los próximos 10 días:

¿Qué más es posible que creo que no es posible?

By Fede



Angeles Sosa